El manager de Peñarol habló con LA CAPITAL tras el gran triunfo que mandó la serie de cuartos de final ante Quimsa a un quinto partido en Santiago del Estero.
Aunque ya no juega, siempre será el “Gran Capitán”. Referente ineludible dentro de la cancha de los mejores años de Peñarol, Pablo Sebastián Rodríguez sigue ligado al club de su vida como manager deportivo.
Muy cercano al plantel en el día a día, “Tato” era uno de los más emocionados tras el triunfo agónico del sábado, que permitió igualar la serie 2 a 2 y forzar un quinto y definitivo partido ante Quimsa. Así analizó este momento junto a LA CAPITAL:
-Obviamente que no es lo mismo que desde adentro de la cancha, pero seguramente desde tu rol se disfruta mucho también…
-Sí, se disfruta mucho, pero también se sufre muchísimo más. Y cuando se gana, se disfruta de otra manera. Ver a mis hijos ahí, festejando, a toda la gente, la ilusión. Sobre todo, el trabajo que hacen los dirigentes. Hoy uno lo ve desde otro lugar. Cuando uno juega, no ve el esfuerzo dirigencial, o tal vez no le presta atención lo que significa tener semejante apoyo de la gente, que implica comprar las entradas, venir a la cancha con frío, lluvia. Uno se emociona mucho más por todo eso.
-Es como que cuando te toca jugar ¿no pensás en otra cosa que en la pelota?
-Cuando estás adentro de la cancha estás pensando en la pelota, en jugar, en lo que dice el entrenador, en hacer lo mejor para el compañero. Y lo cierto es que desde afuera se hacen muchísimas cosas para tratar de ir encaminando distintas cuestiones. Sobre todo cuando el arranque de una temporada no es el ideal o el que se había pensado, como nos pasó a nosotros. Y la verdad es que estar en cuartos de final, llevando al quinto partido al campeón de la Liga y campeón de América, un equipo con un presupuesto altísimo, es una alegría gigante para todo Peñarol.
-Te toca aportar lo tuyo desde otra función. ¿Te sentís parte también de este éxito?
-Sí, sí, yo me siento parte del equipo. Estoy todo el día con ellos, con la dirigencia. Peñarol somos todos nosotros juntos. Todos tenemos funciones diferentes e igualmente importantes. Somos un club de barrio y estamos todos juntos tratando de poner a Peñarol lo más arriba posible. Como siempre.
-¿Qué hablaste con Hernán Laginestra?
-Lo primero que hice fue felicitarlo. Está haciendo un trabajo extraordinario. Yo miraba las tribunas y descubrí que con este equipo le devolvimos la ilusión a la gente, que se puede permitir soñar, sobre todo por la clase de rival que tenemos enfrente. Quimsa es un equipazo. Cuando sale un jugador de jerarquía, entra otro mejor. Para nosotros es algo extraordinario estar 2 a 2 contra ellos, independientemente de cómo termine esta historia.
-¿Qué análisis hacés desde el juego?
-Es una serie durísima. Creo que tácticamente van variando. Los dos cuerpos técnicos son de lujo. En el primer juego Quimsa nos ganó bien, después Hernán ajustó algunas cosas que teníamos que mejorar y se dio para nosotros. Y así fue partido a partido. Se termina un juego y ya estás pensando en el próximo. No hay margen ni tampoco nada definido antes de tiempo. No significó nada haber perdido por 40, ya que al partido siguiente ganamos nosotros con claridad. Hay que estar concentrado todo el tiempo porque el adversario es de primer nivel. Sus relevos podrían ser titulares en cualquier otro equipo.
–¿La jerarquía de Quimsa se puede ejemplificar con el cierre del partido? Parecía ganado y no se terminaba de cerrar nunca…
-Seguro. No se puede dar ningún tipo de ventaja. El esfuerzo que está haciendo Peñarol es impresionante. Todos. Desde los juveniles hasta los más grandes. Están dejando la vida. Más allá de ganar o perder, una diferencia que la pueda marcar una sola pelota, me gustaría destacar el esfuerzo que hacen. Gracias a Dios me toca verlos en las prácticas y es un placer verlos entrenar. No es casualidad que estemos donde estamos. Llegar hasta acá es la consecuencia de haber entrenado durísimo todos los días, superando problemas personales, lesiones. Siempre hacia adelante.
-Estar entre los ocho primeros y hacerle semejante serie a Quimsa es más de lo que hubieran podido imaginar. Pero ¿quién les quita la ilusión de pensar que se puede seguir avanzando?
-Siempre te ilusionás. Es imposible no hacerlo. Sabemos que va a ser durísimo, que Quimsa va a ser local y que va a querer ganar ante su gente. Pero nosotros también. Y ya le hemos ganado en Santiago del Estero. Es básquetbol. Me han enseñado siempre que es 50% y 50%. A pesar del presupuesto, la jerarquía, adentro de la cancha son cinco contra cinco. Y el orgullo que tiene este equipo te permite creer. También le agradecí por eso a Hernán. El Polideportivo estuvo como hacía rato no se veía. Hay poco tiempo por delante, pero seguramente los dos equipos van a hacer algunos cambios y ajustes lógicos. Va a ser durísimo pero ¿cómo no nos vamos a ilusionar todos?